Un hombre con una sonrisa franca y una amistad incondicional

Con su constante entusiasmo, ganas de trabajar, profesionalismo, honestidad y predisposición, Don Moli -como le conocen de cariño- se desempeñó en el área de finanzas y administración, al servicio de dos generaciones de directivos del Grupo Riquelme. Su amabilidad y sincera amistad cautivó a todos aquellos que lo conocieron. Hoy, lo recordamos con mucha añoranza y agradeciendo la oportunidad de haber compartido gran parte de su vida con nosotros.

Un miércoles 5 de febrero de 2020, llegó la triste noticia de la partida de Don Moli, y con ella un gran vacío inundó los pasillos del Grupo Riquelme. Sus compañeros lo recuerdan como una persona con una sonrisa interminable, con un carisma impresionante, un profesionalismo que era irrefutable y de una amistad sincera como un padre.

Don Moli trabajaba para la Dirección Financiera del Grupo Riquelme, siendo personal de confianza del Grupo y aportando sus conocimientos y experiencia a la gestión financiera y administrativa.

Siendo funcionario de una compañía extranjera que estaba instalada en Zeballos Cué. Un día, el contador general que era su jefe en ese momento, le ofreció poder ir a trabajar con él en la Cervecería Munich (así se le conocía en ese entonces). “Yo me voy a trabajar en una de las mejores cervecerías del Paraguay. Fui contratado por el Sr. Blas N. Riquelme, y te quiero llevar conmigo” le dijo. Y así fue como se inició como contador de la Compañía Cervecera.

Frases destacadas de Don Moli

“Interés y voluntad, ante todo es lo que recomiendo a los jóvenes. Esos son los dos factores que les van a ayudar a progresar en la empresa, y lo que la empresa va a tomar en cuenta para ayudarles en su crecimiento. También está el conocimiento, que es lo más valioso que una persona puede tener y que debe cuidar.”

“Don Blas siempre nos decía “Tomyakỹ que la camiseta” (mojen la camiseta), para que mantengamos siempre ese compromiso por lo que hacíamos”

Desde el Grupo Riquelme recordaremos a Don Moli como un compañero y amigo incondicional, y valoramos su incomparable labor en la institución, formando parte de los primeros inicios comerciales de la familia Riquelme. ¡Gracias Don Moli y hasta pronto!