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Tras más de 32 años de un trabajo impecable dentro del Grupo Riquelme, nuestro querido Gustavo Vera se despide de la empresa que lo vio crecer, en lo personal y profesional, siempre con su toque de humildad y constante enseñanza a los demás. Gustavo termina un largo camino dentro de Cereales S.A., ingresando en ayudante de depósito y hoy, yéndose como encargado de molienda en Sajonia.
Gustavo Vera
Cuando ingresé a Cereales S.A., tenía 24 años, hoy tengo 56: hace unos 33 años formo parte del Grupo Riquelme. Cuando ingresé fue en deposito por un año, después pasé al área de laboratorio por cinco (5) años, y cada tanto viajaba al interior para recibir los granos y seleccionar para nuestros molinos.
En su momento, llegue a conocer a Don Blas en el interior del país; ya que cuando recibíamos los trigos él se iba a acompañarnos y ver el proceso. Anteriormente en Minga Guazú había un silo (1995 aproximadamente) y en ese sitio era donde normalmente iba Don Blas.
Aprendí muchísimo durante esa época. Actualmente estoy como encargado de molienda, en el turno de horario completo. Mi día a día se inicia llegando al trabajo normalmente a las 05:00 aproximadamente, salgo temprano para no agarrar el tráfico, luego empiezo con mis funciones y enseño a mis compañeros los procedimientos. Más que nada ya para verificar y acompañar a los demás encargados que actualmente están aprendiendo, ahora que yo ya me jubilo.
Nunca voy a olvidar que desde que ingrese al Grupo, siempre nos inculcaron que la fábrica es nuestro segundo hogar, y, por ende, debemos cuidar. Y eso es algo que actualmente inculco a los nuevos compañeros que van ingresando. Es importante que cuidemos nuestro trabajo, hoy en día está un poco difícil acceder a un buen trabajo y esa oportunidad encontramos en el Grupo.
Todos tenemos problemas en nuestras vidas, pero aquí, es importante concentrarse y hacer pasar con los compañeros. Por eso, destaco la amistad que hay aquí, algo que ayuda muchísimo para el día a día en el trabajo.
Actualmente vivo en la ciudad de Limpio, logré tener mi casa propia hace 13 años; me casé hace más de 34 años y tengo una hermosa hija que está en la facultad estudiando administración; y todo esto logré gracias a la empresa y el Grupo Riquelme, que siempre fue mi segundo hogar.
A mis compañeros y compañeras, les dejo un consejo: es amar a la empresa, y a lo que haces. A mí siempre me gustó la molinera, gracias a un ex -molinero que me mostró el mundo de la molinera. Y en estos 33 años, puedo decir que soy molinero y ahora soy yo quien muestra este maravilloso mundo a los jóvenes. Así que, a confiar, luchar por lo que uno sueña y amar su trabajo, que siempre cosechamos lo que sembramos.
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