En 1991, Celso Ortega llegaba a la empresa Cereales S.A. con la ilusión de iniciar una nueva vida llena de desafíos y oportunidades que le permitieran crecer en lo personal y laboral. Hoy, con casi 30 años de antigüedad en la compañía harinera, Celso asume con orgullo el cargo de jefe de Molienda en la Harinera de Cereales ubicada en la ciudad de Sajonia.

Celso Ortega

Mis primeros pasos por Cereales fueron como ayudante camionero, no imaginaba que la gente de administración estaba evaluándome y analizando mi trabajo, hasta que un día me llamaron y me propusieron ingresar a la empresa, en el área de depósito. Una vez ahí continúe con mucho entusiasmo, y en un corto periodo me transfirieron al sector de Balanza (donde se pesa la harina), para luego quedarme en la zona de Frechería para trabajar con el afrecho.

Pasado el tiempo, me volvieron a ofrecer otra oportunidad como ayudante silero (en esta ocasión, trabaría con trigo) los fines de semana, donde me mantuve trabajando por 10 años, en simultaneo con mi principal función de frechería.

Tras esos diez años, pasé a otra función como ayudante de maquina de cilindro, y desde ahí empecé a subir escalones, hasta hoy día que asumí hace un mes el puesto de jefe de Molienda. Esto representa un verdadero logro para mí; pasar de repartidor a encargado de un área tan importante como la elaboración de la Harina de Cereales.

Actualmente tengo 10 colaboradores a mi cargo, un excelente equipo de trabajo. Al llegar a la empresa a las 6 am, mi primera acción es reunirme con el jefe de Molienda de turno para seguir con el proceso de elaboración. Tras recibir su informe procedo a subir y hacer un control exhaustivo de las maquinas, recorrer y preguntar a mis compañeros como están avanzando.

La mayor parte del tiempo estoy verificando las maquinas, realizando mantenimiento si es necesario y que las mismas estén desarrollándose de forma eficaz.

Quiero dedicar este logro también a mi hermosa familia, a mi esposa y mis cuatro maravillosos hijos (un niño y tres nenas). Gracias a mi trabajo de hace varios años, mis hijos tienen la oportunidad de estudiar y eso es algo que quiero agradecer a la familia Riquelme, y si Dios permite continuaré aumentando mi capacidad en el cargo para brindar la mejor de las excelencias en harina.

Finalmente, quiero mencionarles a mis compañeros, principalmente aquellos que son jóvenes, que deben siempre dar lo mejor en cada acción que realicen dentro de la empresa, siempre existe alguien que nos evalúa y puede darnos esa oportunidad de escalar en lo laboral. Considero que mi conducta, mi predisposición y responsabilidad fueron los principales valores que llevó a la empresa depositar la enorme confianza que hoy asumo.

Simplemente agradecer a Dios, por permitirme seguir brindando mis servicios de forma responsable y eficiente.